¡Quiero Tener un Hijo! (I)

¡Quiero Tener un Hijo! (I)

Muchas personas hacen esta afirmación, sin estar conscientes de que se necesita una preparación  previa para ello. No solo es tener las ganas y la necesidad de traer un hijo al mundo, sino también estar preparado psicológica y económicamente, porque un embarazo implica tener los recursos suficientes para atender la demanda que ello genera, pago de consultas mensuales, (si la embarazada va ha asistir a un centro de salud privado) , compra de los medicamentos indicados por el medico especialista, otros. Todo ello, con el fin de monitorear el desarrollo del bebe mes a mes y evitar al máximo posibles complicaciones. Porque como dice el gentilicio venezolano: "Estar embarazada es tener un pie aquí y otro allá". De aquí radica la importancia de seguir paso a paso la consulta y cuidados prenatales. 

Sin mencionar las compras de productos para el cuidado de la madre (ya que la salud de ella también es la del bebe) y ropa  materna, por su puesto sin olvidar una de las cosas más importantes: las compras para el bebe, momento en el cual se llena de felicidad la mamá; escoger los monitos, franelitas, medias, bodys, pijamas, sabanas, otros. También la decoración de su nueva habitación, ¿Dónde dormirá el bebe? cuna, corral/cuna o cama/cuna, el coche (cual conviene - cual no), tomando en cuenta el presupuesto. En fin tantos detalles que llenan de emoción a los futuros padres. (sin comentar todo lo que se necesita después de la llegada del bebe).  

La parte psicológica es importante sobre todo en la  madre que va a tener tantos cambios a nivel emocional y físicos. Las famosas depresiones, cambios de humor, estados de ánimos   ansiedad... Son tantos los síntomas que evidentemente dan un vuelco  total a la vida de la mujer, pero es allí donde entra el rol del padre, apoyar a la embarazada y darle esa seguridad que tanto necesita. Ese apoyo mutuo de las parejas, estableciendo ese lazo afectivo con el nuevo ser que es producto de su alianza y que será esperado con tanto entusiasmo y por supuesto rodeado de todo el amor que jamás se habrían imaginado.